La actriz Kristen Stewart
nunca soñó con ser Blancanieves ni tuvo vestidos de princesa cuando era niña, pero ahora se mete en la piel de la heroína de los hermanos Grimm en
"Blancanieves y la leyenda del cazador", una
versión sorprendente y rompedora de la heroína del cuento que presentó este jueves en Madrid.
"De pequeña yo tenía una armadura en mi casa", dijo el ídolo adolescente
de la saga "Crepúsculo" en la rueda de prensa de presentación en Madrid
de esta nueva película en la que se enfrenta a una
madrastra de lujo, Charlize Theron.
Y más armaduras que pomposos miriñaques se ven en esta
Blancanieves épica y medieval que defiende con más ahínco su reino que su corazón.
Stewart deja atrás, de esta manera, el papel que ha vertebrado su
carrera y por el que ha conseguido una descomunal popularidad: el de
Bella,
que está a punto de finalizar y tras la que se le abren nuevos
horizontes como actriz. "Estoy segura de que los fans de 'Crepúsculo'
van a disfrutar con este nuevo papel".
"Lo que me atrajo de él era que no se parecía nada a la Blancanieves que
todos pensamos", aseguró, y ve en común con Bella que "ambas están
desesperadas por esa pureza que les define",
lo que acerca los conflictos del personaje a ese público adolescente
porque "por definición, todo joven quiere romper los límites".
"Los adolescentes están tan llenos de algo que no saben definir que
tienen que agarrarse a algo. Pero no porque no sepas identificar tus
sentimientos, significa que estos no existan", explica la actriz que
fuera descubierta todavía niña en "La habitación del pánico", de David
Fincher.
"Blancanieves y la leyenda del cazador",
dirigida por Rupert Sanders
y de estreno en España el 1 de junio, presenta a una princesa mucho más
autónoma, pese a la calidez emocional con la que le apoya el cazador
del título, interpretado por Chris Hemsworth.
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